martes, 27 de noviembre de 2007

Un remedio contra el olvido




Una mirada a los modelos de comunicación que nos han impuesto

Hay que decir que hemos permitido que las grandes empresas de la comunicación masiva se tomen la sociedad, sin que exista reflexión en torno a las historias que inventan y nos cuentan todos los días. Y al no tener contradictores, estos medios se fueron posicionando -con el apoyo de las estructuras políticas y económicas nacionales e internacionales- como instituciones desde las cuales se promueve un tipo de sociedad que no es representativa de las personas de a pie, sino de unas elites que se han encargado de contar sus propias historias, no las nuestras.



Dice un compañero de la Red al respecto que “lo interesante es ver que estamos tomando conciencia de que tenemos una responsabilidad como sociedad civil; sabiendo que somos las víctimas de los conflictos sociales, no podemos seguir asumiéndonos como tales y ya, porque esto nos ha llevado a dejar que sean otros los que tomen las decisiones. Tenemos que actuar, organizarnos y movilizarnos, y este (el trabajo en Red) es un buen espacio para la articulación y para la definición de apuestas desde el trabajo conjunto. Ya no más de trabajar cada quien por su lado. Ahora vamos a trabajar juntos, no porque se nos diga que lo tenemos que hacer sino porque queremos y debemos hacerlo. Igual, lo venimos haciendo desde hace tiempo, pero ahora nos vamos a fortalecer.”



Es aquí donde se hace necesario hacer visible y fortalecer los derechos ciudadanos a la información y a la libertad de expresión en condiciones de equidad, para poner en evidencia la importancia que los procesos de comunicación y de información tienen para el fortalecimiento de la democracia. En este sentido, la generación de acciones desde la sociedad civil -con el apoyo absoluto de las administraciones locales, distritales y nacionales- en torno al desarrollo de procesos que permitan a los ciudadanos la autonomía con respecto a la toma de decisiones y frente a propuestas de desarrollo alternativo y la consolidación de instancias de participación efectivas, se convierten en necesidad y obligación en el contexto de desinformación constante a la que se ve expuesta nuestra sociedad.



Se debe buscar que las comunidades creen, fortalezcan, acompañen y se apropien de sus medios, de la radio comunitaria y escolar, del periódico barrial o local, de los canales comunitarios, del ejercicio que niños, jóvenes y adultos, personas de todas las edades, vienen desarrollando en torno a los audiovisuales, a las nuevas tecnologías como el Internet y desde sus grupos culturales creando obras de teatro y música, entre otras expresiones sociales que se desarrollan en el ámbito comunitario.



Es por esto que la generación de iniciativas ciudadanas en torno a la comunicación desde lo comunitario y con un énfasis investigativo, se establece como una apuesta en varios sentidos. El primero, generar el espacio de discusión sobre los diversos problemas que plantea la comunicación y la información en los ámbitos locales y su enfrentamiento con otros procesos que de manera sistemática desconocen los desarrollos comunitarios, la organización y la participación social, la memoria que se construye en el diario vivir, la cultura propia y popular que se manifiesta de maneras distintas a las que se referencian desde el aparato estatal, desde los grandes monopolios políticos y económicos y las grandes empresas de la comunicación masiva.



“La reflexión que debemos hacer –señala una compañera frente a la discusión planteada- es sobre papel que nosotros jugamos frente a lo público y como ciudadanos, mirar si estamos cumpliendo un papel activo o un papel pasivo frente a los problemas que tenemos. Sabemos que las relaciones con las instituciones muchas veces no son las mejores, pero no nos podemos quedar ahí, quejándonos solamente. Tenemos que actuar, y una forma para hacerlo es aprovechar los medios como herramientas para el debate, la reflexión y el diálogo.”



En este sentido, la segunda apuesta propuesta tiene que ver con el reconocimiento del papel del ciudadano (su intervención y su contribución) en la construcción de procesos sociales desde la comunicación, y su afirmación como sujeto histórico que construye sociedad desde su participación en el ámbito de lo público y en la interacción que genera con sus pares y dispares, con sus territorios y con sus contextos y realidades que se construyen desde la cotidianidad: “la invitación es ver cómo negociamos y concertamos diferencias y cómo articulamos similitudes en el trabajo de la Red. Recordemos que nos articulamos para hacer verdaderos los procesos de planeación participativa, porque el trabajo colectivo que tenemos que generar y consolidar está allí, en el desarrollo comunitario”, subraya una compañera participante.



La tercera apuesta apunta a la responsabilidad social de los actores locales, sociales e institucionales, frente a su incidencia en la construcción de una opinión pública crítica, responsable y decisoria.



Lo que se propone, en síntesis, es que desde los actores de la comunicación local se promuevan otras formas de relación y de acción colectiva en un proceso de resistencia a los grandes discursos que propone la institucionalidad. Para ello contamos con escenarios que como los medios comunitarios, barriales, escolares, los cineclubes, conversatorios, asambleas y demás espacios de discusión, concertación, participación y organización social, nos permiten proponer acciones conducentes a transformar las realidades:



“Estos espacios (el proceso e construcción de la RedComKennedy) son importantes por la reflexión y articulación que posibilitan -expresa un compañero de manera enfática. Lo interesante es entenderlos como espacios de cooperación y de búsqueda de objetivos comunes. Tenemos que aprovechar estos recursos para fortalecernos y aunque se requiere mucho más, este es un primer paso para conocernos, saber qué hacemos, quiénes somos y proyectarnos. Hace falta más voluntad, sobre todo política, pero es un primer paso.”



Reconocer y estimular el trabajo de los artistas populares, de los trabajadores comunitarios, de los grupos juveniles, las madres comunitarias, los grupos de adulto mayor, así como los procesos de formación no academicistas y otras múltiples formas de acción social, nos ha permitido re-construir comunidad, re-conocer a los ciudadanos desde sus propios saberes y formas de hacer.
Y es desde allí, desde el análisis del papel que juegan y deben jugar los comunicadores populares y los procesos de comunicación en el desarrollo social, que se han venido enriqueciendo la experiencia y las posibilidades de acción comunicativa en nuestras comunidades. Estamos rescatando nuestra voz, nuestra creatividad para relacionarnos con nuestros vecinos desde un lenguaje propio.



Se está pensando de una manera distinta, más participativa y constructiva para asumir los procesos sociales, buscando dinamizar el desarrollo integral de las comunidades y la incidencia de los ciudadanos en la definición de lo público, a partir del aprovechamiento de la comunicación y la información en la implementación de una pedagogía social y popular que reivindique al hombre -y no al medio- como actor protagónico de la transformación social: “así como se viene haciendo en los colegios, nosotros los otros medios comunitarios tenemos que redimensionar el papel que jugamos en nuestras comunidades –expresa un compañero de la Red con gran preocupación. Tenemos que ver cuáles son las implicaciones pedagógicas de nuestro trabajo. Somos como una escuela nueva en potencia, tenemos en nuestras manos el poder de la información, pero también tenemos que ver cómo estamos utilizando este poder, por qué y para qué.”En estos escenarios de trabajo conjunto se vienen asumiendo las formas que ha adquirido la comunicación desde las comunidades, formas más cercanas, más propias, que han facilitado otros modos de acercamiento y reconocimiento de los saberes tradicionales, nuevas inspecciones a los problemas y necesidades, diferentes escenarios para entender las realidades, diversos criterios a partir de los cuales acercarse y aprender a convivir con el otro para discutir y definir con él los cambios estructurales requeridos por las comunidades.

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Bogotá, Cundinamarca, Colombia
Proyecto CEIS - Colectivo de Estudios e Investigación Social- se inscribe en las lógicas de la organización social de carácter popular, asumiendo una postura crítica frente a su contexto político, económico y sociocultural. En Proyecto CEIS confluyen experiencias de gestoras y gestores sociales que han desarrollado trabajo comunitario por más de 10 años, y sintetiza una posibilidad de acción colectiva dirigida hacia la reflexión, orientación y consolidación de poder popular. En el camino los gestores de Proyecto CEIS han sido investigadores, defensores de derechos humanos, docentes, animadores de procesos de fortalecimiento de lo público, facilitadores en procesos de formación, promotores socioculturales, entre otras actividades propias del trabajo social comunitario. Contactos en: proyecto.ceis@gmail.com