jueves, 21 de febrero de 2008

POLÍTICAS DE COMUNICACIÓN: REFLEXIÓN APLAZADA, NECESIDAD APREMIANTE

Rafael Espinel ha venido trabajando el tema de la política pública de comunicación comunitaria desde el ámbito académico. En el texto que se presenta a continuación el autor nos propone una mirada sobre el proceso y su importancia frente al debate amplio sobre el desarrollo social desde la perspectiva de la autonomía nacional y la participación ciudadana.

Por: Rafael Espinel Torres*

En Bogotá existen entre setenta y uno[1] y ciento trece[2] medios de comunicación comunitarios que, en palabras de Dario Ángel, reúnen a más de mil personas que trabajan, en más de ciento cincuenta organizaciones sin contar las emisoras ni los medios escolares que constituyen importantes semilleros de comunicación, los cuales están constituidos en más de un 80% por jóvenes entre los 16 y 26 años. Esta presencia juvenil se explica por su cercanía al mundo comunicativo y a su participación en colectivos de comunicación que, desde la gestión local, recurren a diversos formatos y medios de comunicación alternativos.Lo anterior manifiesta la intención de la comunidad y la juventud por participar en el espacio de lo público a partir de ejercicios comunicativos comunitarios. (Radio, prensa, televisión y nuevas tecnologías) También se evidencia, durante los últimos cuatro años, un proceso social e institucional de discusión y apropiación del tema con el objeto de adelantar la construcción de una política pública distrital de comunicación comunitaria.

Plan de desarrollo "Bogotá sin Indiferencia" 2003-2007

Ejes para la comunicación

Esta dinámica ha sido potenciada desde diversos sectores de la comunidad capitalina reunidos en la Mesa Bogotana de Comunicaciones. (Grupos, colectivos, individuos, "combos", ONG´s, asociaciones y grupos de trabajo) El proceso fue acompañado, por Planeta Paz, el Instituto Distrital para la Participación y Acción Comunal –IDPAC-, la Fundación Red Social de Medios de Comunicación -RedSocial-, la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central y la Alcaldía Mayor a través del plan de desarrollo "Bogotá sin Indiferencia" 2003-2007, desde dos ejes: el de reconciliación y el de gestión pública humana.

Fuente de Tabla: Documento de propuesta de encuentro distrital de comunicación comunitaria. Proyecto No.3144 "Propiciar espacios de comunicación en las organizaciones sociales".

Este proceso contribuyó en la elaboración y aprobación del Acuerdo Distrital Nº 292 de 2007, “por medio del cual se establecen los lineamientos de política pública, en materia de comunicación comunitaria en Bogotá, se ordena implementar acciones de fortalecimiento de la misma y se dictan otras disposiciones”.

Este Acuerdo busca que la comunidad formule propuestas sectoriales, a través de Mesas de Trabajo. (En radio, prensa, televisión e Internet comunitarios) Esta política de comunicación comunitaria se presenta entonces como un "modelo nacional" de convivencia, participación y desarrollo social, ya que es pionera en política pública en comunicación para Bogotá y para el país. Esta iniciativa, contó con el apoyo de amplios sectores y partidos del Concejo capitalino y fue presentada por el Concejal Gustavo de Roux y Leo César Diago.[3]

A pesar de los avances y de la entrada en vigor de una nueva política pública, se alcanza a percibir múltiples problemáticas; una de ellas está relacionada con la sostenibilidad y continuidad de los procesos comunicativos comunitarios, y otra con el grado de aceptación social y legitimidad de las propuestas hoy aprobadas -Acuerdo Distrital Nº 292 de 2007-.

En primer lugar, los problemas de continuidad y sostenibilidad responden a muchos factores, tales como, la falta de acceso a espacios, herramientas, conocimientos, recursos materiales y financieros mínimos, etc. Carencias y ausencias que dificultan encaminar procesos comunicativos comunitarios y que obligan a revisar las concepciones y actuaciones sociales e institucionales que no permite el desarrollo de los mismos.

Por otra parte, algunos estudiosos consideran que la segmentación por sectores sociales o poblacionales ya genera en si una dificultad que atenta contra la comunicación comunitaria. Puesto que ésta, por naturaleza, es un proceso propio del conjunto comunitario que no debería disolverse en una clasificación técnico-administrativa. "Si miramos, detenidamente vemos que parte de los intereses que se quiere reivindicar desde los procesos de comunicación comunitaria es precisamente el trabajo “articulado, conjunto, solidario, vinculante y organizado”, lo que de entrada riñe con la fragmentación en sectores que propone la visión institucional".[4]

A pesar de esas divisiones y segmentaciones institucionales, se debe reconocer que la juventud es un sector poblacional cuya incidencia no se puede desconocer, ya que su participación política y comunicativa -en lo comunitario-, ha estado integrada al conjunto de lo social a través de expresiones sindicales, estudiantiles, religiosas y culturales. Sector que en su devenir, y al igual que muchos otros sectores, ha enfrentado problemas materiales para su funcionamiento. Además, la diferencia generacional dada en el terreno comunal, genera dinámicas de exclusión natural[5] que obstaculizan los procesos -ya per se difíciles-, de gestión comunicativa, tal como lo mencionara Dario Ángel en su ponencia sobre Actores locales de comunicación durante el foro de medios comunitarios convocado por el IDCT en abril del 2004.

La construcción de una red como esta exige, de igual manera, que todos los miembros tengan validez en ella. Si hay quienes piensan que hay actores más válidos que otros, por antigüedad, por capacidades, por riqueza o por cualquier otra característica, no es posible consolidar los vínculos. Es como si en una familia un hijo fuese más hijo por ser el mayor o fuera merecedor de mejores raciones por ser más fuerte. Pues bien, los jóvenes, y muchos actores de comunicación lo son, deben demostrar antigüedad en este mundo para ser aceptados como socios válidos. Deben demostrar larga experiencia para ser admitidos en las conversaciones. Deben comprobar estabilidad otorgada por el tiempo para ser merecedores de las posibilidades de la estabilidad.[6]
A continuación, desde la perspectiva de la administración distrital y la comunidad, se mencionarán algunos factores que influyen en las problemáticas acá planteada .

Administración Distrital:

Los estudios oficiales parten de la importancia del movimiento de medios comunitarios para señalar los aspectos (necesidades comunitarias) que para ellos (institución) son fundamentales. Centran su preocupación en la ausencia de un marco legal apropiado para esta actividad y desde una perspectiva instrumental –favorable a la institución-, plantean de entrada un condicionamiento altamente problemático y alarmante.

Según el Distrito, si bien existen espacios de intercambio y comunicación entre los diferentes directores y promotores de medios, propiciados por el Distrito, es necesario institucionalizar un espacio que de forma sistemática y permanente permita que quienes se encuentra al frente de los diferentes medios converjan y desarrollen actividades conjuntas de mejoramiento y desarrollo. Reconociendo que, sin duda alguna, ese importante movimiento de Medios Comunitarios, esta fundamentado en la motivación y capacidad de trabajo de sus gestores y directores. De donde se desprende la necesidad para el Distrito de "aprovecharlo" e impulsarlo y en lo posible garantizar su futuro como medios no masivos de comunicación y para ello es necesario contribuir a su sentida inquietud de contar con un marco legal, que trascienda la actual administración Distrital. [7]

Definitivamente la palabra “aprovecharlos” plantearía, desde una lógica instrumental, posibles escenarios de cooptación social. Donde, a partir del pago de pautas publicitarias o apoyos, se facilita la reproducción propagandística institucional, comprometiendo muchas veces la independencia del mensaje comunitario.

Comunidad:

De acuerdo con la priorización dada en diversos diagnósticos participativos, las necesidades comunes a todas las localidades se encuentran, en orden de importancia, las siguientes: la falta de recursos económicos, técnicos y humanos; formación Técnica en producción de medios de comunicación; la articulación de los medios, espacios y/u organizaciones de comunicación local; fortalecimiento de los medios, espacios y/u organizaciones existentes; más organización y gestión de recursos en los medios, espacios y/u organizaciones de comunicación; democratización y circulación de la información; mayor divulgación y difusión de las actividades de la localidad a través de los medios y/o espacios; mayor alcance y cobertura de los medios locales y comunitarios; apoyo Institucional y la promoción de mayor creatividad en los productos comunicativos locales.[8]

Las necesidades comunicativas existentes explican, en parte, los antecedentes y posibles razones de la evidente dificultad que tiene la comunidad para funcionar, sostenerse, mantener vigencia y periodicidad. Además, el grado de aceptación social y legitimidad de las propuestas hoy aprobadas, de los planes, estrategias y proyectos institucionales es reducido, generando un divorcio de intereses entre los comunitario y lo estatal.La importancia:

Es urgente en Colombia reubicar el debate del desarrollo nacional y las políticas públicas, de tal forma, que se pueda controvertir y revertir el modelo actual que privilegia el crecimiento económico, la concentración de la riqueza y la intervención extranjera. Estos planteamientos nos llevan al terreno teórico de la Comunicación para el desarrollo, pero, ¿Para que tipo de desarrollo?, ¿De qué desarrollo estamos hablando?

Lo primero es rescatar un proyecto nacional de desarrollo, autodeterminado y soberano, aquel que dinamice las fuerzas productivas y la ciencia a través del fortalecimiento no sólo de las estructuras clásicas de la economía sino del ser humano en cuanto a educación y formación política y ciudadana. (Desarrollo Humano)

Es decir, se debe reivindicar un modelo de desarrollo autónomo que tenga como finalidad salvaguardar los derechos y garantías democráticas de los colombianos. En tal sentido se debe entender la comunicación, ya que ésta proyecta las representaciones colectivas sobre los intereses, necesidades y decisiones de progreso de la propia comunidad, integrando diferentes grupos, individuos y actores sociales en la construcción de alternativas posibles de transformación y desarrollo social, en otras palabras la comunicación es un factor definitivo para el fortalecimiento de la democracia.

La política pública en materia de comunicación comunitaria y en muchos otros campos, en síntesis, debe ser la materialización de un modelo de desarrollo específico. "Los enfoques de desarrollo, en general, tienen en común la afirmación de que la realidad debe ser tenida en cuenta. La diferencia entre ellos está en la forma cómo se enfoca esa realidad." (MONTOYA Amanda, 200_) Modelo de desarrollo humano basado en el conocimiento de la realidades y necesidades sociales y comunicativas de la población.

En última, es necesario profundizar conceptualmente y políticamente en los principios, valores y premisas que traen las políticas públicas actuales, para que desde una nueva perspectiva, podamos reconocer los principios acá formulados de soberanía, desarrollo humano y democracia.

12 de febrero de 2008

[1] Secretaria Distrital de Cultura, Recreación Y Deporte. Según Investigación sobre los PROCESOS SOCIOCULTURALES DE IMPACTO, INFLUENCIA, USO Y RELACIÓN QUE TIENE LA COMUNIDAD CON LOS MEDIOS COMUNITARIOS EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ de abril de 2007 (Producido por: APS ESTRATEGIA & INVESTIGACIÓN LTDA. Nota metodológica: La selección de muestra se realizo teniendo en cuenta la participación de los medios en los procesos de fortalecimiento de la administración distrital y su vigencia y periodicidad. [2] Informe de Resultados Talleres EnREDate en Procesos de Comunicación Participativa 2005 (Proyecto No.3144 "Propiciar espacios de comunicación en las organizaciones sociales"). Nota metodológica: En los encuentros taller se aplicó la metodología Diagnóstico Rápido Participativo a través de la cual, los asistentes priorizaron sus necesidades y manifestaron sus propuestas. A los cuales asistieron 113 medios, espacios y organizaciones de comunicación local, para un total de 184 personas.[3] Con 26 votos a favor y 3 en contra, fue aprobado el acuerdo 175 y 226 de 2007, por medio del cual se establecen lineamientos de política pública en materia de Comunicación Comunitaria en el Distrito Capital.[4] Entrevista informal a Andrés Ortiz, Comunicador Social y experto en temas de comunicación comunitaria, quien ha participado del proceso Distrital acá expuesto. 2007[5] Que se consolidan en lo institucional a través de políticas excluyentes o tutelares. [6] Ángel, Dario. Ponencia: "Actores locales de comunicación" Foro de medios comunitarios, IDCT en abril del 2004. Pág. 4 [7] Secretaria Distrital de Cultura, Recreación Y Deporte. Según Investigación sobre los PROCESOS SOCIOCULTURALES DE IMPACTO, INFLUENCIA, USO Y RELACIÓN QUE TIENE LA COMUNIDAD CON LOS MEDIOS COMUNITARIOS EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ de abril de 2007. Pág. 180 y 181 [8] Informe de Resultados Talleres EnREDate en Procesos de Comunicación Participativa 2005. Pág. 4

*Politólogo Universidad Nacional, Candidato a Magister en Estudios Políticos Pontificia Universidad Javeriana, Docente de Planta - Tiempo Completo Institución Universitaria INPAHU, Investigador Académico y Consultor Político.

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Proyecto CEIS - Colectivo de Estudios e Investigación Social- se inscribe en las lógicas de la organización social de carácter popular, asumiendo una postura crítica frente a su contexto político, económico y sociocultural. En Proyecto CEIS confluyen experiencias de gestoras y gestores sociales que han desarrollado trabajo comunitario por más de 10 años, y sintetiza una posibilidad de acción colectiva dirigida hacia la reflexión, orientación y consolidación de poder popular. En el camino los gestores de Proyecto CEIS han sido investigadores, defensores de derechos humanos, docentes, animadores de procesos de fortalecimiento de lo público, facilitadores en procesos de formación, promotores socioculturales, entre otras actividades propias del trabajo social comunitario. Contactos en: proyecto.ceis@gmail.com